99 Experiencias para aprender a vivir en un mundo justo y sostenible

Este documento parte del diagnóstico (que no cabe desarrollar aquí) de la profunda crisis socio-ambiental que afecta ya a nuestras vidas y a la que la educación no puede dar la espalda.

Frente a las propuestas curriculares que enumeran contenidos, este trabajo propone preguntas que desmonten las “verdades” del pensamiento único y construyan un nuevo paradigma cultural, un paradigma que nos permita sobrevivir en el planeta Tierra y hacerlo con dignidad y justicia.

Necesitamos responderlas como individuos, como grupo, como especie habitante de la tierra.

No nos referimos a las preguntas de un examen, ni a indicadores para calificar alumnado. Tampoco son preguntas de respuesta rápida sino preguntas generadoras de preguntas que visibilizan y desvelan. Se trata de sospechar de las verdades que se plantean como incuestionables desde la cultura del consumo, del beneficio monetario, del  crecimiento económico y del antropocentrismo fuerte.

La capacidad de crear enraiza en las experiencias vividas. Estas pueden tomar forma diferente en cada persona y grupo. Por eso el documento también propone experiencias educativas deseables que apuntan hacia un mundo sostenible y solidario y pueden ser trampolines para el empoderamiento. En muchos casos son experiencias reales, no simulaciones o ensayos. En otros son ejercicios que permiten ensanchar la mirada.

La búsqueda de respuestas a estas preguntas (con diferentes niveles de complejidad y diferentes recorridos en función de la edad) y la práctica de estas experiencias (junto con otras muchas) conformarían el recorrido educativo de las niñas y niños en una formación básica para vivir en un mundo justo y sostenible.

Insistimos en que son preguntas y experiencias que han de remover el panorama de insostenibilidad y la crisis ecosocial y permitirnos vivir a todos los seres humanos vidas dignas de ser vividas. Si la educación no sirve para esto, ¿para qué entonces?

El documento se estructura en tres bloques (necesarios los tres para una mirada equilibrada) que a su vez se dividen en preguntas y experiencias. Los tres se entrecruzan y solapan, como en la vida misma, siendo muchas veces difícil encuadrar las preguntas y experiencias en uno u otro.